Ambas técnicas tratan de implantar el pigmento bajo la piel.
El microblading consiste en implantar el pigmento con un aplicador llamado “Tebori” al que se le añade una micro cuchilla, con la que se hacen minúsculos cortes, que posteriormente se rellenan de pigmento.
No son pelitos, son cortes continuos sobre la piel, en toda la zona de las cejas, hay que aclarar que en pieles grasas, sensibles ó maduras no siempre se obtienen los resultados deseados por lo que es más recomendable en ese tipo de pieles realizarse una micropigmentación.
La micropigmentación se realiza con un “Dermógrafo” una máquina diseñada para éste fin. Con las técnicas actuales se pueden conseguir resultados muy sofisticados, con una larga duración y sin ser agresivas para la piel. No produce cicatrices, se regenera muy rápido y dura muchísimo más envejeciendo muy bien en la piel, ya que se desvanece poco a poco pudiendo volver a micropigmentar.
Dependiendo de la zona a tratar, la edad y el tipo de piel del paciente; la duración es de 1,5 a 3 años. Además el color irá perdiendo intensidad poco a poco con el paso de tiempo. Por ello, si estás contenta con los resultados y quieres que permanezcan perfectas por más tiempo, solo tendrás que realizarte una sesión de repaso anual para perfeccionarlas al máximo.
Dependiendo de la zona a tratar y del umbral de dolor de cada cliente, se puede sentir una pequeña molestia pero siempre soportable.
Una vez te hayas sometido a este tratamiento no tendrás que volver a maquillar tus cejas. Salvo retoques en contadas ocasiones, no tendrás que preocuparte más por tus cejas. Eso sí, no olvides aplicarte protección solar durante todo el año, así mantendrás en perfecto estado tu piel y protegerás el color.
El tatuaje se trabaja a una mayor profundidad y con tintas para este fin. Y la micropigmentación se trabaja más superficialmente y con los pigmentos específicos. Al hacerse más superficialmente se consiguen unos resultados realmente asombrosos, pulidos, logrados y perfectos.
Precisamente es su naturalidad la que la convierte en una de las principales alternativas a los tatuajes. Los resultados son muy sofisticados, bien acabados y te verás mucho mejor.
Son totalmente seguros siempre que recurras a centros especializados con pigmentos homologados y buenos profesionales. No obstante, siempre hacemos prueba de alergia antes de realizar el tratamiento.